Por Miguel Angel Bayona Elías.
¡No pretenda usted! ser mi Dueña
cuando encadenado estoy
en su camino, en su destino.
en su camino, en su destino.
¡Encadenado estoy!
a su sonrisa y a su mirada.
a su sonrisa y a su mirada.
¡No pretenda usted! ser mi Dueña
cuando encadenado estoy
en su dolor, en su temor
en su dolor, en su temor
¡Encadenado estoy!
a sus pasiones y a sus decisiones.
¡No pretenda usted! ser mi Dueña
cuando encadenado estoy
en sus llamas, en sus palabras
en sus llamas, en sus palabras
¡Encadenado estoy!
a su ilusión y a su motivación.
¡No pretenda usted! ser mi Dueña
cuando encadenado estoy
en sus noches, en sus reproches
¡Encadenado estoy!
en sus noches, en sus reproches
¡Encadenado estoy!
a su corazón y a su lágrima de amor.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
