lunes, 22 de febrero de 2016

HAYA DE LA TORRE UN PENSADOR DE LA PATRIA GRANDE





José Ingenieros convocó  una Asamblea  en París. Estaba el escenario lo más granado del pensamiento iberoamericano: Miguel de Unamuno, José Vasconcelos, Manuel Ugarte, Eduardo Ortega y Gasset, el poeta guatemalteco Miguel Ángel Asturias, el líder estudiantil uruguayo Carlos Quijano y Víctor Raúl Haya de la Torre, quien había viajado especialmente desde Londres a París.

Para el joven Víctor Raúl Haya de la Torre, la invitación constituyó un gran reconocimiento. estaba en el palco junto a los grandes maestros de la juventud indoamericana y frente a más de 2000 estudiantes que se habían reunido para escucharlos.




Un día como hoy, 22 de febrero de 1925 en la capital del Reino Unido, Haya de la Torre, cumplió 30 años. Decidió reincorporarse a sus estudios universitarios y se matriculó en la London  School of Economics y durante cuatro años, Haya permaneció en Gran Bretaña. Había llegado a Inglaterra en pleno ascenso del Partido Laborista, que accedería al poder con Ramsay Mac Donald, en 1924. Tuvo como "tutor" al prestigioso sociólogo Harold Laski, principal ideólogo del Partido Laborista, que, además, fuera un profundo estudioso del estado moderno. Tuvo también como profesor al gran historiador del pensamiento socialista y del movimiento obrero G.D.H. Cole.

HAYA DE LA TORRE Y SU EXPERIENCIA EUROPEA

El 29 de julio, a raíz de la convocatoria de José Ingenieros, se realizó, entonces, una Asamblea Antiimperialista en París, en la Maison de Savants, de la rue Danton, para protestar contra la amenaza estadounidense de invadir México.

Estaba el escenario lo más granado del pensamiento iberoamericano: Miguel de Unamuno, José Vasconcelos, Manuel Ugarte, Eduardo Ortega y Gasset, el poeta guatemalteco Miguel Ángel Asturias, el líder estudiantil uruguayo Carlos Quijano -más tarde director del semanario Marcha- y Víctor Raúl Haya de la Torre, quien había viajado especialmente desde Londres a París.

Para el joven Víctor Raúl Haya de la Torre, la invitación constituyó un gran reconocimiento. estaba en el palco junto a los grandes maestros de la juventud indoamericana y frente a más de 2000 estudiantes que se habían reunido para escucharlos.

El primero que tomó la palabra fue José Ingenieros y luego Manuel Ugarte, que insistió en que la lucha contra el imperialismo debía enlazarse con una política dirigida a reunificar las repúblicas hispanoamericanas en una Patria Grande y con la implantación en el interior de ellas, de una democracia social que pusiera fin a las aberrantes prebendas de las clases privilegiadas.

El acto se cerró con las palabras de Víctor Raúl Haya de la Torre. 

LOS MEJORES INSTRUMENTOS PARA ESA LABOR SON LAS OLIGARQUÍAS CRIOLLA. PATRIA CHICA Y PATRIOTISMO CHICO, EN AMÉRICA LATINA, SON LAS CELESTINAS DEL IMPERIALISMO 

"Uno de los más importantes planes del imperalismo es mantener a nuestra América dividida. América latina, unida, federada, formaría uno de los más poderosos países del mundo, y sería vista como un peligro... Consecuentemente, el plan más simple... es dividirnos. Los mejores instrumentos para esta labro son las oligarquías criollas, y la palabra mágica para realizarla es la palabra "patria". Patria chica y patriotismo chico, en América latina, son las Celestinas del imperialismo. Patriotismo significa hostilidad al vecino, odio, xenofobia, nacionalismo provincialista y bastardo... Y saben bien quienes en América latina nos dominan que el culto de la patria chica es un culto suicida. Saben bien que dividir nuestra América con odios es abrir puertas al conquistador... Nuestras clases dominantes nos traicionan, nos venden, son nuestros enemigos del dentro. El único camino de los pueblos latinoamericanos que luchan por su libertad es unirse contra esas clases, derribarlas del poder, castigar su traición. Esa es la gran misión de la nueva generación revolucionaria antimperialista, acusar y castigar a los mercaderes de la patria chica y formar la patria grande." 

Los discursos pronunciados en la Asamblea Antiimperialista de París fueron transmitidos telegráficamente, en sus párrafos principales, a todos los países de Europa y América. La repercusión de la Asamblea de París fue inmensa y el nombre del joven Haya apareció, junto al de los más reconocidos pensadores de Iberoamérica, en las principales páginas de los diarios más importantes del continente americano.

EL GRAN APORTE ORIGINAL DE HAYA DE LA TORRE: LA FORMACIÓN DE UN  PARTIDO CONTINENTAL

En el mismo mes, de junio de 1925, en que se realizó en París la Asamblea Antiimperialista, el joven Haya de la Torre le escribió, desde Londres, una extensa carta al argentino Gabriel del Maso. esta carta es un importante hito en la evolución del pensamiento político del joven Haya. En ella se encuentra el "germen" del futuro pensamiento aprista: Es el momento en que están madurado, en Haya, sus meses transcurridos en México, su experiencia soviética, sus lecturas de Marx y sus múltiples experiencias políticas y vicisitudes humanas, vividas en el destierro. 

En aquellos trances de maduración es que le escribe a su querido amigo Gabriel del Maso: 

"En todo orden, la experiencia formidable de Rusia nos ofrece estas lecciones que son, en mi concepto, las mejores que de ella puede sacarse: establecer lo que hay de eterno y de universal, distinguiendo o separando lo que hay de particular, local y objetivo." 

A continuación agrega, en la misma epístola, un razonamiento que le posibilitaría, años más tarde, elaborar el primer esbozo ideológico original de la América latina absorbida, tanto en su pensamiento académico como político, o bien por una tautología del ideario liberal cosmopolita o bien por una tautología del ideario marxista cosmopolita: 

"Con una idea de copia servil, de imitación incondicional, mirando al detalle, tropezándose con lo artificial, no haremos nada. Seremos tan tontos como los que soñaron un día que las ideas de Kroportkin podrían aplicarse al mundo igual que el "Falansterio" de Fourier o la "Utopía" de Tomás Moro. Ro reconozco, y cada día estoy más convencido, que América, nuestra América, ofrece al mundo una nueva realidad, una realidad extraordinaria, excepcional... Nuestra América es única justamente porque por sus condiciones económicas peculiares ha resistido a Europa, ha conservado mucho de su vieja vida, la ha fundido a medias con las corrientes nuevas y ofrece al mundo un panorama un tanto indefinido, quizá hasta confuso, en que la vida primitiva y la moderna, las etapas todas del progreso económico del mundo, salvajismo, barbarie, civilización, feudalismo y capitalismo, coexisten." 

Empieza también a intuir por primera vez, aquel aún joven Haya, que el atraso y la dependencia económicos de las repúblicas latinoamericanas se debe a que no han sido capaces de realizar la revolución industrial y que, por lógica consecuencia, el camino del progreso pasa por la industrialización. 

Por ello escribe: "Nosotros no somos, pues, en puridad, países capitalistas...Somos países coloniales o semicoloniales económicamente: porque movemos pues nuestra vida con dinero en su mayor parte extranjero y porque no damos al mundo sino materias primas, que recibimos transformadas, por un alto precio. Somos, pues, fundamentalmente países agrícolas, pueblos de "land". Goldschmidt, en un mapa económico que hace del mundo en su curso de economía, divide la tierra en países-máquina y países-campo. Para él nuestra América, pertenece a la segunda categoría." 

TODAS LA FUERZAS ESPONTÁNEAS DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA NECESITAN DE ORIENTACIÓN. MÉXICO TIENE ANTE LOS OJOS EL PROBLEMA INDUSTRIAL, QUE NO HA ACOMETIDO

Analiza también las que considera "debilidades" y "fortalezas" de la Revolución Mexicana-como antes lo ha hecho con la Revolución Rusa y las compara afirmando: "De país agrícola a país industrializado". 

Apunta sagazmente que una de las cuestiones más importantes que la revolución mexicana no ha comenzado, ni siquiera, a resolver es el problema de la industrialización, de cómo convertir a México de país agrícola en país industrial y afirma:

"México no ha resuelto aún muchos de sus graves problemas, y corre el riesgo de caer o en la estagnación o en el retroceso. Todas las fuerzas espontáneas de la Revolución Mexicana necesitan de orientación. México tiene ante los ojos el problema industrial que no ha acometido." 

Pero, sobre todas las cosas, en los días en que escribe esta carta a Gabriel del Mazo, Haya está reflexionando acerca de cómo paras del pensamiento a la acción.

De sus conversaciones con José Vasconcelos, de las lecturas de los escritos de José Ingenieros y Manuel Ugarte, el joven haya ha aprendido que las repúblicas  indoamericanas son débiles porque están desunidas, que el orden del mal, de la impotencia, está en que el proceso de independencia de la América hispánica-a diferencia del de la América anglosajona, terminó en la desunión, en la fragmentación territorial. ¿Como organizar, entonces, la acción de la juventud para llegar a reconstruir la unidad hispanoamerica predicada por Vasconcelos, Ingenieros, Palacios, Fombona y Ugarte? ¿Cómo pasar de la prédica a la acción para reconstruir el todo fraccionado? Estas son las preguntas que se hacía el joven Haya y que formaban parte del nudo central del diálogo espistolar que mantenía con el argentino Gabriel del Mazo.

La carta a Gabriel del Mazo refleja que Haya piensa y escribe como un impetuoso joven universitario que sueña con hacer la revolución pero, también, que ya comienza a perfilarse como un estadista, como un hombre maduro, que no quiere dejar nada librado al azar y a la improvisación y, por eso, le hace notar a su amigo: 

"Anhelaría que nuestra Alianza organizara bien claramente sus trabajos y dividiera su acción, primero, en dos grandes planos: el de la crítica, organización y preparación revolucionaria actuales, y el de la acción futura, cuando el pueblo llegue al poder y sea preciso organizar, transformar y revolucionar los sistemas desde el gobierno. En cada uno de nosotros debe, pues, existir claramente definida esta doble actividad: la actual y la futura. Ni entregarse absolutamente a ésta, ni caer pasionalmente en aquélla."

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Fuente: Revista Página 12 / Pensadores de la Patria Grande. Por Marcelo Gullo *. "Haya de la Torre Un cruzado por la unidad indoamericana.", de la página 16,17,18 y 19. Archivo Instituto Nacional Manuel Dorrego.

Imagen 1,2,3,4,5,6 y 7 - Crédito: Revista Página 12 / Pensadores de la Patria Grande. Archivo Instituto Nacional Manuel Dorrego.

1. Haya de la Torre en inicios de la década del '30.
2. Haya de la Torre en su regreso del exilio.
3. Haya de la Torre en una entrevista en la década del '70.
4. Haya de la Torre en el Día de la Fraternidad en 1970, reclamando ante el gobierno militar de Julio Velasco Alvarado.
5. Haya de la Torre en fervoroso discurso en la Asamblea Constituyente de la República del Perú.
6. Haya de la Torre en Lima en 1978, a los 84 años, unos meses antes de su fallecimiento.
7. Haya de la Torre / Pensadores de la Patria Grande. Revista Página 12.

Marcelo Gullo, es doctor en Ciencia Política por la Universidad del Salvador, graduado en Estudios Superiores (maestría) en Relaciones Internacional, especialización en Historia y Política Internacional por el Institut Universitaire de Hautes Études Internationales, de la Universidad de Ginebra. Miembro de Número del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Nacional  e Iberoamericano "Manuel Dorrego". Discípulo del politólogo Helio Jaguaribe y del sociólogo Alberto Methol Ferré, ha publicado numerosos artículos y libros, entre ellos: La insubordinación fundante, Breve historia a la construcción del poder de las naciones, Haya de la Torre y la lucha por la Patria Grande, entre otros. 

Collage: El Blog de Miguel Angel Bayona