Por Miguel Angel Bayona Elías.
Delegado del Instituto Sanmartiniano del Perú Filial Palpa en Argentina.
La vida es un milagro de Dios, donde en cada segundo, en cada minuto debemos poner mucha atención en los seres que mas amamos. Miremos un poco mas alrededor nuestro, basta realizar cualquier acción o un pequeño gesto para poder alimentar el espíritu del otro que, e incluso puede cambiar nuestro mundo interior y exterior.
Recordemos que los pueblos tienen sus gobernantes que se merecen y los católicos en la tierra tienen al papa que se merecen.
Delegado del Instituto Sanmartiniano del Perú Filial Palpa en Argentina.
“Con los amigos no se les habla de su ideología y filiación política ni se discute de ella”
Observamos cotidianamente que nosotros los ciudadanos con o sin compromiso social, simpatizantes, independientes, afiliados, militantes de partidos políticos, religiosos, se desgarran sus entrañas con tramas de sed de guerra encarnizada y llena de intolerancia contra aquel de otro color o bandera política, es ahí, en ese momento cuando las palabras quedan huecas en el papel de nuestro diccionario, donde nadie logra entenderse, ni escucharse, latente absurdo bestial narcisista que ha cundido en toda latino américa para el que piensa distinto, siendo una torpe manera de obstaculizar el desarrollo colectivo de nuestros pueblos.
Siempre he tenido amigos de diversos pensares, diversos saberes, de diversas filiaciones políticas, donde ni les pregunto, ni discuto con ellos de su ideología política, más bien los escucho, los respeto e igual colaboro y me nutro de sus saberes, pues, a los verdaderos amigos solamente se les ve en el dolor, en la enfermedad, en la solidaridad, en las urgencias y en las coincidencias de los proyectos, como de los objetivos.
La vida es un milagro de Dios, donde en cada segundo, en cada minuto debemos poner mucha atención en los seres que mas amamos. Miremos un poco mas alrededor nuestro, basta realizar cualquier acción o un pequeño gesto para poder alimentar el espíritu del otro que, e incluso puede cambiar nuestro mundo interior y exterior.
Recordemos que los pueblos tienen sus gobernantes que se merecen y los católicos en la tierra tienen al papa que se merecen.
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Muchas gracias, se valora la deferencia.