lunes, 1 de mayo de 2023

DESDE EL OESTE PAMPEANO PRESENTARON EL LIBRO MUJER PUESTERA EN LA 47 FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE BUENOS AIRES


#HOY LUNES 1 DE MAYO ESTUVE PRESENTE EN LA PRESENTACIÓN EN LA 47.ª EDICIÓN DE LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE BUENOS AIRES INVITADO DESDE SANTA ROSA  CAPITAL DE LA PROVINCIA DE LA PAMPA POR ANA MARÍA ZORZI FOTÓGRAFA DE LA PAMPA Y SU COMPAÑERO EL  ESCRITOR ARIEL HUGO "ALPATACO"  VÁSQUEZ EN LA PRESENTACIÓN DE SU LIBRO "MUJER PUESTERA".  




La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires tiene agendada su  programación desde el 27 de abril al 15 de mayo de 2023 en la  La Rural, Predio Ferial de Buenos Aires, realizando  programaciones diversas , uno de ellos, la presentación del Libro "MUJER PUESTERA" del escritor Pampeano  Ariel "Alpataco" Vásquez y con la ilustración del libro con las  imágenes de la fotógrafa de La Pàmpa Ana María Zorzi, el acto literario cultural   se llevó a  las 14:30 pm en el Pabellón Ocre, Stand del Ente Patagónico, contando  con la presencia de personalidades diversas, escritores y referentes de la cultura pampeana, además de una importante presencia de invitados especiales y público en general.

Conforme a lo programado, Ana María Zorzini,  hace uso de la palabra saludando y agradece a todos los presentes y va presentando  con una vasta introducción una descripción emotiva del libro de la "Mujer Puestera"  dedicado en la memoria de Doña Teófila Videla y María Vásquez, entre otras que le dieron nombres y apellidos a muchas mujeres que en su cotidianidad de lucha, pusieron sobre sus espaldas mucho más que un  bulto de leña y salieron a defender lo suyo, luchando contra un  modelo que impone violencias, despojos y destierros patriarcales. Y que en el no quedan puesteras y no te vayas, el libro se introduce en la cruda realidad de la emigración rural, en realidad, la pérdida de una territorialidad de saberes femeninos, de la desposesión cultural  de un mundo  crudo, pero cargado de una heredad inconmensurable. Las emigraciones femeninas representan la versión más desangrada del olvido. También en “La Arsenia”, se reconoce a aquellas que aún permanecen, que resisten al apropiador y que aún esperan las reivindicaciones, que por más que aflojen los años, sigue cuidando el rebaño, esta grandiosa Puestera y que en una excelente declamación  recita el poema titulado; “Qué Bonita”:

 "QUÉ BONITA".

Qué bonita que es La Pampa,

al que la sabe mirar,

tiene distancias y valles

y un espeso caldenar,

una distancia infinita

que abraza la inmensidad.

 

Viejo Mar de las arenas

y un canto de soledad,

donde el viento es un suspiro

que nunca se va a callar.

 

Qué bonita es La Pampa

y las tardes del Oeste,

que tiñen de anaranjado

un cielo que fue celeste,

y el olorcillo a tomillo

de ese paisaje campestre.

 

Se llena con aire puro

el impuro de las pestes,

con lluvias recién caídas

y aroma a flores silvestres.

 

Qué bonita es La Pampa

y el verdor de su llanura,

donde tejen las distancias

su poncho de pasto puna,

y el silencio es un desierto

donde se baña la luna,

entre las sedas saladas

con que visten sus lagunas.

 

He visto tierras bonitas,

como mi Pampa ninguna.

 



Siguiendo con el acto, es invitada para hacer  hace uso de la palabra la profesora, catedrática  y escritora Beatriz Dillon quien escribió el Prólogo del Libro "Mujer Puestera", quien saluda a toda la concurrencia y va recreando ese devenir y confluencia de caminos, de geografías diversas y de luchas comunes hizo conocer a Ariel "Alpataco" Vásquez donde pone en relieve esa sensibilidad que se  percibe a simple vista, siendo la misma sensibilidad que se advierte en todas sus poesías. Beatriz, manifiesta que  Ariel, pensó en su Pampa, con nombre de mujer, para recuperar de exquisita manera, todos los sentidos al imaginarla con colores, aromas, sabores, una Pampa lleno de easperezas y a su vez de pieles suaves. Una Pampa de silencios y que, también reclama a gritos por sus ríos robados, inmensas cicatrices de la apropiación violenta de vidas, de culturas, de cuerpos. Una Pampa recuperada en poesía, que intenta visibilizar sus desgarros y sus bellezas. "Mujer Puestera" es un libro visceral y desgarrado y, a la vez, resiliente y esperanzado, en definitiva es un libro esencial para nuestra condición humana de pampeanas y pampeanos del mundo.

"Mujeres Puesteras", es una invitación a despojarnos de las miradas románticas que muchas veces reproducen visiones hegemónicas, malayas las campesinas que forjaron esta tierra, mujeres que han alzado las banderas de la lucha en defensa de sus tierras aún a costas de sus vidas pero en defensa de un bien que ancestralmente les pertenece, porque en ella han vivido, han trabajado, han sufrido, pero, sobre todo, preservan como un bien común para su descendencia.

Hoy, las mujeres oesteñas y puesteras, las que permanecen en los puestos y las que no, recuperan sus voces, se empoderan y ahí van, como siempre, encabezando las luchas contra la desposesión más cruel que las empuja hacia el olvido y la ceguera.

Sin duda, Ariel fue afinando la urdimbre y los colores de sus recuerdos y, seguro, en sus silencios, fue abrazando historias que hoy, el hombre intenta deconstruirse, aprender a leer y escribir nuevamente con perspectivas de género; en las noche más oscuras, es donde se aclaran los pensamientos y en donde en cada poesía, aparece la luz de Ana María Zorzi, la imaginación a la que nos transporta cada fotografía y, así por los caminos apesadumbrados de la vida de la luminosidad de los hologramas que encuentran destino, confluencias y compromisos se unen en las miradas con las que Ana María pretende mostrarnos no solo un proyecto cultural sino que intenta insuflarnos la poderosa fuerza de la lucha compartida y solidaria. Beatriz Dillon, termina diciendo que Ariel ha sabido poner palabras a sus imágenes y por eso "Mujeres Puesteras" es una invitación a la lectura.

Ariel “Apaltaco” Vásquez,  autor del libro “Mujer Puestera” hace su presentación y en cada palabra va narrando como se  fue inspirando para escribir  su obra que está   dedicada a la Mujer Puestera y que sabía por dónde iba a comenzar, porque para hablar de una Mujer y de las Puesteras del Oeste Pampeano debía comenzar inexorablemente por Doña Teófila Videla, emblema de nuestra tierra, ejemplo de lucha y perseverancia, referente indiscutida de todas aquellas Puesteras que hicieron patria en esos lugares.

Hablar de Doña Teófila es hablar de la Mujer Pampeana, es hablar de mujeres en lucha, es hablar de resistencia, de subsistencia, de amor a la tierra, es hablar de La Pampa. Porque muchos de nuestros Puesteros que vivieron en esas distancias, muchas eran tierras  fiscales, pero que por derecho adquirido, o por naturaleza les correspondía, les pertenecía ese lugar donde habían vivido sus padres y sus abuelos. Muchos de ellos fueron despojados de su tierra con engaños y artilugios, aprovechándose que muchos de ellos no sabían leer ni escribir ó que sencillamente no tenían los recursos para pagar un abogado y defender lo que por derecho les correspondía. Por ello, para todos esos que tiene mucho, pero que quieren todo, Doña Teófila era presa fácil para poder apropiarse de todas sus tierras, ay que era una mujer que había enviudado joven con muchos hijos a los que tuvo que criar con muchísimo esfuerzo, amansando sus caballos, sacando agua con el balde volcador, cuidando castrones, haciendo toso ésos rudos trabajos que hacían normalmente los hombres, pero que a ella no le había quedado otra manera de subsistir.   

Pues ella no tenía la culpa de no tener las mismas posibilidades que otros de poder ir a la escuela, aprender a leer, escribir y así poder defenderse. Ariel, decía que culpa tenía ella de que la justicia muchas veces se ponía del lado de los poderosos, de los usurpadores de tierras. Ella,  seguramente sabía que ese terruño había sido de sus abuelos, de sus padres, por ende no sólo esa tierra era suya, sino que les pertenecía por naturaleza a sus hijos y la iba a defender hasta el último día de su existencia.  

Ariel con  su esencia innata de pertenencia, de versos y prosas a su tierra natal, le invade las emociones y con énfasis  poética  arenga: <<Por ser la gaucha Bandera, que tiene esa tierra mía, ejemplo de valentía, te transformaste en leona, la que lucha y no perdona, cuando le tocan a sus crías>>  hizo flamear la bandera de la lucha y allí resistió a la justicia, a la policía y a todos aquellos jinetes de los despojos que llegaron a su Puesto, al que nunca abandonó y por el luchó hasta el último día de su sacrificada vida.

Ariel “Alpataco” con énfasis, dice que Teófila nos dejó todo un ejemplo de vida, de esperanza de que la lucha se pierde sólo cuando se abandona, por eso no resistió a los despojos, a la desidia, a la avaricia con todas sus fuerzas y el valor de una mujer cuando defiende lo que le pertenece, por lo que toda una vida ha luchado, trabajando, resistiendo no solo por ella, también por sus hijos y por todo los Puesteros que fueron desterrados injustamente de esos lugares donde habían vivido sus ancestros durante toda una vida. “Alpataco” termina diciendo que este libro es un homenaje a ella y a toda su lucha es que deja esta Obra “MUJER PUESTERA”.

Finalmente termina el acto  recitando  unos de sus hermosos poemas.  

“CUANDO TE NOMBRO”


Cuando  te nombro mi tierra

nombro al viento y su arrogancia.

y al manantial de jarillas

que galopa en las distancias.

 

Cuando te nombró mi tierra

en noches de canto y luna.

se hace milonga en La Pampa

tu poncho de pasto puna.

 

Cuando te nombro mi tierra

soy arena y soledad,

como el canto del silencio

de un río que ya no está.

 

Cuando te nombro mi tierra

se hace copla mi guitarra,

como la huella sin tiempo

de un viento que nunca calla.

 

Cuando te nombro mi tierra

se hace un nudo en mi garganta,

porque te llevo en mi pecho,

mi querida tierra Pampa.

Viva La Pampa!!! arengó "Alpataco" y Viva se escucha con aplausos de todos los presentes.




GRACIAS!!!! ARIEL “ALPATACO” VÁSQUEZ, que después de haber presenciado un acto maravilloso, siempre   hay y habrá mucho por escribir desde la critica de la vida cotidiana  y publicar las postales y retratos que tiene nuestros pueblos  con  la fotografía, con las  imágenes de ANA MARÍA ZORZI  que me  hicieron transportar y emocionar en milésimos de segundos en cada palabra, en cada estrofa, en cada acentuación poética,  a mis orígenes, a mis raíces, a mi bella ciudad de “Palpa que me Sabe Perú”, que me sabe a mi tierra y a fruta fresca, que me sabe a naranja dulce, mangos guanábana y chirimoya.

Sanmartinianamente, 

Miguel Ángel Bayona, delegado de la Filial PALPA del Instituto Sanmartiniano del Perú en la república de Argentina.