#HOY LUNES 1 DE MAYO ESTUVE PRESENTE EN
LA PRESENTACIÓN EN LA 47.ª EDICIÓN DE LA FERIA INTERNACIONAL DEL
LIBRO DE BUENOS AIRES INVITADO DESDE SANTA ROSA CAPITAL DE LA PROVINCIA
DE LA PAMPA POR ANA MARÍA ZORZI FOTÓGRAFA DE LA PAMPA Y SU COMPAÑERO
EL ESCRITOR ARIEL HUGO "ALPATACO" VÁSQUEZ EN LA
PRESENTACIÓN DE SU LIBRO "MUJER PUESTERA".
La Feria Internacional
del Libro de Buenos Aires tiene agendada su programación desde el 27 de
abril al 15 de mayo de 2023 en la La Rural, Predio Ferial de Buenos
Aires, realizando programaciones diversas , uno de ellos, la
presentación del Libro "MUJER PUESTERA" del escritor Pampeano
Ariel "Alpataco" Vásquez y con la ilustración del libro con
las imágenes de la fotógrafa de La Pàmpa Ana María
Zorzi, el acto literario cultural se llevó
a las 14:30 pm en el Pabellón Ocre, Stand del Ente Patagónico,
contando con la presencia de personalidades diversas, escritores y
referentes de la cultura pampeana, además de una importante presencia de
invitados especiales y público en general.
Conforme a lo
programado, Ana María Zorzini, hace uso de la palabra saludando y
agradece a todos los presentes y va presentando con una vasta
introducción una descripción emotiva del libro de la "Mujer
Puestera" dedicado en la memoria de Doña Teófila Videla y María
Vásquez, entre otras que le dieron nombres y apellidos a muchas mujeres que en
su cotidianidad de lucha, pusieron sobre sus espaldas mucho más que un bulto
de leña y salieron a defender lo suyo, luchando contra un modelo que
impone violencias, despojos y destierros patriarcales. Y que en el no quedan
puesteras y no te vayas, el libro se introduce en la cruda realidad de la
emigración rural, en realidad, la pérdida de una territorialidad de saberes
femeninos, de la desposesión cultural de un mundo crudo, pero
cargado de una heredad inconmensurable. Las emigraciones femeninas representan
la versión más desangrada del olvido. También en “La Arsenia”, se reconoce a aquellas
que aún permanecen, que resisten al apropiador y que aún esperan las
reivindicaciones, que por más que aflojen los años, sigue cuidando el rebaño,
esta grandiosa Puestera y que en una excelente declamación recita el
poema titulado; “Qué Bonita”:
"QUÉ BONITA".
Qué bonita que es La Pampa,
al que la sabe mirar,
tiene distancias y valles
y un espeso caldenar,
una distancia infinita
que abraza la inmensidad.
Viejo Mar de las arenas
y un canto de soledad,
donde el viento es un suspiro
que nunca se va a callar.
Qué bonita es La Pampa
y las tardes del Oeste,
que tiñen de anaranjado
un cielo que fue celeste,
y el olorcillo a tomillo
de ese paisaje campestre.
Se llena con aire puro
el impuro de las pestes,
con lluvias recién caídas
y aroma a flores silvestres.
Qué bonita es La Pampa
y el verdor de su llanura,
donde tejen las distancias
su poncho de pasto puna,
y el silencio es un desierto
donde se baña la luna,
entre las sedas saladas
con que visten sus lagunas.
He visto tierras bonitas,
como mi Pampa ninguna.
Siguiendo con el acto,
es invitada para hacer hace uso de la palabra la profesora, catedrática
y escritora Beatriz Dillon quien escribió el Prólogo del Libro
"Mujer Puestera", quien saluda a toda la concurrencia y va recreando
ese devenir y confluencia de caminos, de geografías diversas y de luchas
comunes hizo conocer a Ariel "Alpataco" Vásquez donde pone en relieve
esa sensibilidad que se percibe a simple vista, siendo la misma
sensibilidad que se advierte en todas sus poesías. Beatriz, manifiesta que
Ariel, pensó en su Pampa, con nombre de mujer, para recuperar de
exquisita manera, todos los sentidos al imaginarla con colores, aromas,
sabores, una Pampa lleno de easperezas y a su vez de pieles suaves. Una Pampa
de silencios y que, también reclama a gritos por sus ríos robados, inmensas
cicatrices de la apropiación violenta de vidas, de culturas, de cuerpos. Una
Pampa recuperada en poesía, que intenta visibilizar sus desgarros y sus
bellezas. "Mujer Puestera" es un libro visceral y desgarrado y, a la
vez, resiliente y esperanzado, en definitiva es un libro esencial para nuestra
condición humana de pampeanas y pampeanos del mundo.
"Mujeres
Puesteras", es una invitación a despojarnos de las miradas románticas que
muchas veces reproducen visiones hegemónicas, malayas las campesinas que
forjaron esta tierra, mujeres que han alzado las banderas de la lucha en defensa
de sus tierras aún a costas de sus vidas pero en defensa de un bien que
ancestralmente les pertenece, porque en ella han vivido, han trabajado, han
sufrido, pero, sobre todo, preservan como un bien común para su descendencia.
Hoy, las mujeres
oesteñas y puesteras, las que permanecen en los puestos y las que no, recuperan
sus voces, se empoderan y ahí van, como siempre, encabezando las luchas contra
la desposesión más cruel que las empuja hacia el olvido y la ceguera.
Sin duda, Ariel fue
afinando la urdimbre y los colores de sus recuerdos y, seguro, en sus
silencios, fue abrazando historias que hoy, el hombre intenta deconstruirse,
aprender a leer y escribir nuevamente con perspectivas de género; en las noche
más oscuras, es donde se aclaran los pensamientos y en donde en cada poesía,
aparece la luz de Ana María Zorzi, la imaginación a la que nos transporta cada
fotografía y, así por los caminos apesadumbrados de la vida de la luminosidad
de los hologramas que encuentran destino, confluencias y compromisos se unen en
las miradas con las que Ana María pretende mostrarnos no solo un proyecto
cultural sino que intenta insuflarnos la poderosa fuerza de la lucha compartida
y solidaria. Beatriz Dillon, termina diciendo que Ariel ha sabido poner
palabras a sus imágenes y por eso "Mujeres Puesteras" es una
invitación a la lectura.
Ariel “Apaltaco”
Vásquez, autor del libro “Mujer Puestera” hace su presentación y en cada
palabra va narrando como se fue inspirando para escribir su obra
que está dedicada a la Mujer Puestera y que sabía por dónde iba a
comenzar, porque para hablar de una Mujer y de las Puesteras del Oeste Pampeano
debía comenzar inexorablemente por Doña Teófila Videla, emblema de nuestra
tierra, ejemplo de lucha y perseverancia, referente indiscutida de todas
aquellas Puesteras que hicieron patria en esos lugares.
Hablar de Doña Teófila
es hablar de la Mujer Pampeana, es hablar de mujeres en lucha, es hablar de
resistencia, de subsistencia, de amor a la tierra, es hablar de La Pampa.
Porque muchos de nuestros Puesteros que vivieron en esas distancias, muchas
eran tierras fiscales, pero que por derecho adquirido, o por naturaleza
les correspondía, les pertenecía ese lugar donde habían vivido sus padres y sus
abuelos. Muchos de ellos fueron despojados de su tierra con engaños y
artilugios, aprovechándose que muchos de ellos no sabían leer ni escribir ó que
sencillamente no tenían los recursos para pagar un abogado y defender lo que
por derecho les correspondía. Por ello, para todos esos que tiene mucho, pero
que quieren todo, Doña Teófila era presa fácil para poder apropiarse de todas
sus tierras, ay que era una mujer que había enviudado joven con muchos hijos a
los que tuvo que criar con muchísimo esfuerzo, amansando sus caballos, sacando
agua con el balde volcador, cuidando castrones, haciendo toso ésos rudos
trabajos que hacían normalmente los hombres, pero que a ella no le había
quedado otra manera de subsistir.
Pues ella no tenía la
culpa de no tener las mismas posibilidades que otros de poder ir a la escuela,
aprender a leer, escribir y así poder defenderse. Ariel, decía que culpa tenía
ella de que la justicia muchas veces se ponía del lado de los poderosos, de los
usurpadores de tierras. Ella, seguramente sabía que ese terruño había
sido de sus abuelos, de sus padres, por ende no sólo esa tierra era suya, sino
que les pertenecía por naturaleza a sus hijos y la iba a defender hasta el
último día de su existencia.
Ariel con su
esencia innata de pertenencia, de versos y prosas a su tierra natal, le invade
las emociones y con énfasis poética arenga: <<Por ser la
gaucha Bandera, que tiene esa tierra mía, ejemplo de valentía, te transformaste
en leona, la que lucha y no perdona, cuando le tocan a sus crías>>
hizo flamear la bandera de la lucha y allí resistió a la justicia, a la
policía y a todos aquellos jinetes de los despojos que llegaron a su Puesto, al
que nunca abandonó y por el luchó hasta el último día de su sacrificada vida.
Ariel “Alpataco” con
énfasis, dice que Teófila nos dejó todo un ejemplo de vida, de esperanza de que
la lucha se pierde sólo cuando se abandona, por eso no resistió a los despojos,
a la desidia, a la avaricia con todas sus fuerzas y el valor de una mujer
cuando defiende lo que le pertenece, por lo que toda una vida ha luchado,
trabajando, resistiendo no solo por ella, también por sus hijos y por todo los
Puesteros que fueron desterrados injustamente de esos lugares donde habían
vivido sus ancestros durante toda una vida. “Alpataco” termina diciendo que
este libro es un homenaje a ella y a toda su lucha es que deja esta Obra “MUJER
PUESTERA”.
Finalmente termina el
acto recitando unos de sus hermosos poemas.
“CUANDO TE NOMBRO”
Cuando te nombro mi tierra
nombro al viento y su arrogancia.
y al manantial de jarillas
que galopa en las distancias.
Cuando te nombró mi tierra
en noches de canto y luna.
se hace milonga en La Pampa
tu poncho de pasto puna.
Cuando te nombro mi tierra
soy arena y soledad,
como el canto del silencio
de un río que ya no está.
Cuando te nombro mi tierra
se hace copla mi guitarra,
como la huella sin tiempo
de un viento que nunca calla.
Cuando te nombro mi tierra
se hace un nudo en mi garganta,
porque te llevo en mi pecho,
mi querida tierra Pampa.
Viva La Pampa!!!
arengó "Alpataco" y Viva se escucha con aplausos de todos los
presentes.
GRACIAS!!!! ARIEL
“ALPATACO” VÁSQUEZ, que después de haber presenciado un acto maravilloso,
siempre hay y habrá mucho por escribir desde la critica de la
vida cotidiana y publicar las postales y retratos que tiene nuestros
pueblos con la fotografía, con las imágenes de ANA
MARÍA ZORZI que me hicieron transportar y emocionar en
milésimos de segundos en cada palabra, en cada estrofa, en cada acentuación
poética, a mis orígenes, a mis raíces, a mi bella ciudad de “Palpa
que me Sabe Perú”, que me sabe a mi tierra y a fruta fresca, que me sabe a
naranja dulce, mangos guanábana y chirimoya.
Sanmartinianamente,
Miguel Ángel Bayona,
delegado de la Filial PALPA del Instituto Sanmartiniano del Perú en la
república de Argentina.